La subgobernadora de Banco de México, Galia Borja, considera que hacia adelante, será pertinente asumir mayor cautela en la conducción de la política monetaria.
A una semana de participar en la última decisión monetaria del año, la subgobernadora confirmó que la política monetaria dejó atrás “un terreno de restricción inédita” que mantuvieron durante tres años para entrar en un el terreno de la neutralidad.
Al participar en el podcast institucional de Banorte, Galia Borja enfatizó que “la restricción que tuvimos continuará operando en un entorno en el que los principales determinantes de la inflación, como son la actividad económica, el tipo de cambio, las expectativas de inflación, entre otros, deberían propiciar menos niveles de inflación hacia delante”.
Destacó que la política monetaria se transmite con rezagos tanto en sus canales directos como en los indirectos, por lo que “aunque ya entramos en este nivel de neutralidad, la restricción que tuvimos continuará operando”.
En el citado episodio comentó que el aumento de algunos impuestos que entrarán en vigor el próximo año, así como la volatilidad que puede generar en los mercados financieros la renegociación del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá T-MEC, son riesgos adicionales para la inflación.
Servicios presionados, un reto
Reconoció que “el mayor reto y la complicación” para llevar la inflación al objetivo está en el indicador de la inflación subyacente que está integrado por mercancías y servicios.
El dato más reciente de inflación subyacente a noviembre refiere una variación al alza de 4.43% anual, con lo que alcanzó el nivel más alto desde abril del 2024 y nuevamente se ubica fuera del intervalo de variabilidad, por arriba de 4% por séptimo mes consecutivo
La banquera central explicó que en la inflación subyacente, que descuenta de la medición los precios que tienen variaciones estacionales, la presión alcista está vinculada a “presiones indirectas de los alimentos que se han mantenido con variaciones cercanas a 8% (…) y también debido a los precios de servicios de educación, por arriba de variaciones de 5.8 por ciento”.
Le llaman “el indicador de inflación más pura”. La inflación de servicios reportó una fluctuación de 4.49% anual, que es el nivel más alto en cinco meses.
Sin complacencia
De acuerdo con la subgobernadora Borja, una de las razones por las que se pudieron hacer los ajustes a la tasa de interés a lo largo de este año, sin generar repercusiones en la estabilidad de precios, es que la inflación general ha estado dentro del intervalo de variabilidad durante nueve de los 11 meses de este año.
“Esto no es menor, ya que esto solo se ha visto en tres años desde el 2003, año en el que se estableció la meta de 3% para la inflación, y han sido 2011, 2015 y 2016”, enfatizó.
La banquera central pidió que no se le malinterprete como una complacencia. “Nadie en la Junta de Gobierno, creo yo, ha dicho que estamos cómodos con el nivel de inflación. No obstante, sí es una referencia para transmitir al público que la inflación está en una nueva fase, en un nivel más cercano a lo que ha estado históricamente previo a este episodio inflacionario tan fuerte que fue la pandemia”.
La próxima decisión monetaria está programada para el jueves 18 de diciembre. En lo que va del año, Banco de México ha conducido la tasa de 10% hasta 7.25% actual; el ciclo de recortes inició en marzo del 2024, tras llegar al punto más alto de 11.25 por ciento.

