La declaración de Donald Trump de que se involucrará en la propuesta de venta de Warner Bros. Discovery ha empujado una batalla ya tumultuosa entre Netflix y Paramount Skydance por algunas de las joyas de la corona de Tinseltown a aguas desconocidas.
Trump impuso una condición personal previa para la venta: un nuevo propietario del veterano fantasma CNN, en un intento de ejercer una cobertura más favorable desde la cadena de cable.
Pero las conexiones no terminan ahí para un presidente que se considera el principal negociador. El yerno y exasesor de Trump, Jared Kushner, ha ayudado a gestionar la financiación del director de Paramount, David Ellison, cuyo padre, Larry Ellison, es un donante y partidario de larga data.
Ante esto, el codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, montó su propia ofensiva de seducción, reuniéndose repetidamente con Trump e incluso conversando sobre cómo la primera familia era “gran fan” de la plataforma de streaming.
El gigante tecnológico ha dedicado los últimos meses a expandir su cabildeo en Washington, buscando aumentar su influencia en una ciudad ahora controlada por Trump y sus aliados.
Sin embargo, “Paramount tendría probablemente un camino más fácil y más rápido hacia la autorización antimonopolio que Netflix, en nuestra opinión, no solo debido a cuestiones antimonopolio más limitadas, sino también debido al aparente respaldo de la administración”, dijo Jennifer Rie, analista antimonopolio de Bloomberg Intelligence.
Para Trump, la venta de Warner Bros representa una oportunidad de oro para transformar el panorama de los medios tradicionales, que ha criticado durante mucho tiempo. Trump sentía especial antipatía por CNN, que, junto con los demás activos de cable de la compañía, no se incluyó en el acuerdo con Netflix. Paramount, por otro lado, compite por todas las propiedades de Warner Bros.
Tras asumir el control de CBS News a principios de este año, Ellison contrató a Bari Weiss, figura mediática anti-woke, como editora jefe. En una entrevista con CNBC a principios de esta semana, el director de Paramount afirmó haber tenido “excelentes conversaciones con el presidente” sobre la idea de ser dueño de CNN.
Pero, añadió, “no quiero hablar por él de ninguna manera”. Trump expresó su esperanza de que haya una reestructuración gerencial similar si Paramount toma el control de CNN, o si la cadena se escinde.
“No creo que quienes dirigen esa empresa ahora mismo y CNN —que son un grupo muy deshonesto— deban seguir así”, declaró Trump el miércoles. “Creo que CNN debería venderse junto con todo lo demás”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que Trump “cree, con razón, que la red se beneficiaría de una nueva propiedad”. Añadió que “tiene un gran respeto por ambas compañías que compiten entre sí”, pero declinó hacer más comentarios sobre el proceso.
La ley estadounidense prohíbe las adquisiciones o fusiones que puedan “reducir sustancialmente la competencia o tender a crear un monopolio”. Los comentarios de Trump del martes se centraron en estas consideraciones, afirmando que quería ver detalles sobre la posible cuota de mercado tanto de Paramount como de Netflix. Pero un día después, ofreció sus reflexiones sobre CNN.
Eso indica que las preocupaciones de Trump no son sólo sobre la concentración del mercado sino más bien sobre “inclinar la balanza hacia el postor que él prefiere, tratando de neutralizar a CNN como una fuente objetiva y crítica de noticias”, dijo Baer.

