Senadores de Estados Unidos sometieron este martes a altos funcionarios de seguridad nacional del presidente Donald Trump a un intenso interrogatorio sobre los ataques contra lanchas de presuntos narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, que hacen temer una escalada militar cerca de Venezuela.
La sesión informativa, encabezada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el de Estado, Marco Rubio, tiene lugar en medio de una creciente inquietud en el Congreso por la expansión de la campaña de Trump en aguas de América Latina, y mientras los legisladores evalúan medidas para limitar la autoridad de Trump para actuar sin su aprobación.
El gobierno de Trump asegura que las operaciones buscan detener el flujo de drogas con destino a Estados Unidos.
Pero los críticos cuestionan la legalidad de la campaña, que deja al menos 26 embarcaciones destruidas y 95 muertos, según cifras del ejército estadounidense.
La sesión clasificada precedió a una posible votación en el Senado sobre resoluciones destinadas a restringir que Trump lance una acción militar contra Venezuela sin el consentimiento del Congreso.
El líder demócrata de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, declaró sin embargo a periodistas al salir de la sala que los funcionarios no habían aportado nada nuevo.
"El gobierno vino a esta sesión informativa con las manos vacías (...) y si no pueden ser transparentes sobre esto, ¿cómo se puede confiar en su transparencia sobre todos los demás asuntos que agitan el Caribe?", afirmó el senador.
Los ataques a las lanchas han generado especial atención por una operación del 2 de septiembre en el que las fuerzas estadounidenses atacaron los restos de una embarcación que ya había sido impactada, matando a dos sobrevivientes.
Senadores demócratas y también republicanos han exigido respuestas sobre la base legal de ese ataque y la negativa de un acceso pleno del Congreso a las imágenes en video, que hasta ahora solo vieron unos pocos legisladores de alto rango.
Schumer advirtió que el secretismo —sumado a la presencia en la región de tropas estadounidense y el portaviones USS Gerald Ford, el más grande del mundo— podría arrastrar al país a un conflicto de duración indefinida.
Al salir de la reunión, Rubio y Hegseth defendieron la campaña naval como una "misión muy exitosa", que según dijeron apunta contra organizaciones designadas terroristas por Washington y cárteles a los que acusan de traficar drogas y armas a Estados Unidos.
Rubio dijo que el Pentágono permitiría a los miembros de los Comités de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes y del Senado ver el video a finales de esta semana junto al comandante que ordenó los ataques, el almirante Frank Bradley.
"Pero, en consonancia con la política de larga data del Departamento de Defensa, no vamos a divulgar al público un video top secret, completo y sin editar", apuntó Hegseth.
Algunos republicanos han cuestionado si apuntar contra náufragos sospechosos de narcotráfico viola el derecho internacional.
Expertos legales señalan que el caso deja en evidencia una tensión clave en el enfoque de Trump: tratar el narcotráfico como un acto de guerra.
Trump firmó un decreto que clasifica el fentanilo, un potente opioide que ha provocado una crisis sanitaria en Estados Unidos, como un "arma de destrucción masiva".
Sin embargo, que se cree que la mayoría de las embarcaciones interceptadas transportaban cocaína, no fentanilo. Pese a los crecientes cuestionamientos, la campaña no muestra señales de terminar.
El lunes, el Pentágono dijo que había atacado otras tres embarcaciones presuntamente cargadas de drogas en el Pacífico oriental, y que mató a ocho personas consideradas "narcoterroristas".
Más allá de los ataques contra lanchas, el gobierno de Trump ha incrementado en los últimos meses la presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Washington desplegó buques de guerra y aeronaves cerca de la costa de Venezuela, incautó un buque con petróleo venezolano e impuso nuevas sanciones a familiares de Maduro y aliados empresariales.
Trump ha declarado que "los días de Maduro están contados" y se ha negado a descartar una invasión terrestre estadounidense al país sudamericano.

