A partir de este miércoles, el público podrá atravesar uno de los monumentos más enigmáticos de la historia, solo poniéndose cascos. El horizonte de Keops, una experiencia de realidad virtual aumentada que propone un viaje inmersivo al interior de la Gran Pirámide de Giza, inaugura en el Pabellón Frers de La Rural, donde ya funciona Artmasters, el recorrido virtual dedicado a las obras del Museo del Prado. La propuesta ofrece algo que durante siglos fue patrimonio de la imaginación, los libros de historia o el deseo de los viajeros: estar dentro de una pirámide, recorrerla desde adentro y habitar, aunque sea por unos minutos, el corazón del Antiguo Egipto.
La experiencia comienza en el instante en el que el visitante crea a su personaje y se coloca los visores. Hay dos modos posibles: uno más suave, pensado para quienes se aproximan por primera vez a la realidad virtual, y otro completamente inmersivo. En ambos casos, la sensación inicial es la de haber cruzado un umbral. El entorno cotidiano se disuelve y da paso a un espacio suspendido en el tiempo. La guía del recorrido es Mona, una figura que aparece al comienzo y acompaña al visitante a lo largo del trayecto, marcando el ritmo del viaje y abriendo puertas simbólicas hacia otro mundo. A lo largo del recorrido emerge también la diosa Bastet, representada como una gata, que introduce una dimensión mitológica y espiritual, recordando el lugar central que los dioses y los animales sagrados ocupaban en la cosmovisión egipcia.
El itinerario propone desplazamientos constantes de escala, de perspectiva y de tiempo. En un momento, el visitante se convierte en gigante y observa la meseta de Giza desde lo alto, con las pirámides reducidas a formas mínimas sobre la arena, como si fueran huellas de una civilización remota. En otro, se interna en el interior del monumento y atraviesa cámaras y corredores ocultos, inaccesibles en una visita real. Pasillos estrechos, salas funerarias y espacios sellados durante milenios se abren como capas de una historia que todavía guarda secretos. El viaje culmina con un paseo por el Nilo que conduce a la ceremonia funeraria del faraón Keops, donde se representa su embalsamamiento y momificación, en una escena que condensa el vínculo entre poder, muerte y eternidad en el Antiguo Egipto.
Desarrollada con la colaboración del egiptólogo Peter Der Manuelian y el equipo del Giza Project de la Universidad de Harvard, la experiencia se apoya en investigaciones arqueológicas y científicas recientes sobre la pirámide. La reconstrucción digital permite explorar hipótesis, espacios y recorridos que hoy resultan imposibles de transitar físicamente. La tecnología de alta definición y el sonido envolvente funcionan como una puerta de acceso que hace que el visitante no mire el pasado desde afuera, sino que se sienta dentro de él.
La llegada de El horizonte de Keops se inscribe en un contexto de renovado interés internacional por el Antiguo Egipto. En Buenos Aires, ese entusiasmo se refleja también en la muestra que se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes, mientras que a nivel global se suma la reciente apertura del Gran Museo Egipcio en El Cairo y la exposición Egypt Divine del Metropolitan Museum de Nueva York. En ese mapa, la experiencia propone una paradoja contemporánea: viajar miles de años hacia atrás sin salir de la ciudad, estar en Egipto estando en Argentina.
La experiencia es producida por DG Experience, la misma compañía responsable de Artmasters, el recorrido virtual por el Museo del Prado que continúa en cartel en el mismo pabellón, y que invita a adentrarse a cinco pinturas de grandes maestros: Velázquez, Goya, El Bosco, Veronese, Rubens y Jan Brueghel el Viejo.
El horizonte de Keops podrá visitarse hasta el 1 de febrero en el Pabellón Frers de la Rural. Las entradas están disponibles en el sitio www.laruralticket.com.ar. El valor general es de $30.000; menores de 14 años, $20.000; y hay pack familiar para dos adultos y dos chicos por $75.000.


